LEYENDA: explicación fantástica de un echo natural.
Cuenta una leyenda que una princesa guaraní era la joven más dura de la tribu. No era capaz de compadecerse con otros seres humanos. Ignoraba el dolor ajeno y huía del propio. Nunca nadie la vio llorar. Tanto desprotegió a los suyos por no apenarse de sus tragedias que una hechicera la castigó, convirtiéndola en un árbol que permite al que se le acerca refrescarse y nutrirse con el rocío que perpetuamente cae de sus hojas.Todos los seres humanos debemos, en algún momento de nuestras vidas, aprender a comportarnos como el árbol Isapí, y proteger con nuestro llanto a los que amamos, y en este camino, nuestro llanto, además, nos hará más fuertes. Llorar nos contacta con la parte más humana y frágil de nuestro ser. Llorar es una muestra de una gran fortaleza: la de compartir nuestras emociones.
Salix babylonica o Sauce llorón, es un árbol que pertenece a la familia de las salicáceas y es nativo del este de Asia (en especial del norte de China).
En Euskadi también tenemos muchas leyendas. Mi preferida es...
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